Como calibrar los espejos de una Máquina Láser con tecnología CNC o CO2.
Calibrar los espejos, es uno de los últimos pasos que siempre debemos hacer antes de dar por finalizada la instalación de una máquina Láser con tecnología CNC y/o CO2. Mira las diferencias entre La tecnología Galvo y CNCConsiste en comprobar la correcta calibración de los espejos en caso que sea necesario. Esa tarea, repetitiva y meticulosa, puede suponer un dolor de cabeza considerable si no se sigue una estrategia ordenada.Este artículo, trata sobre una de las mejores técnicas estrategias tanto para comprobar como para recalibrar los espejos de una maquina de corte y Grabado láser, de forma simple metódica y práctica.
Contenido
Como Funcionan los Espejos
Como se puede ver en la imagen el láser sale del tubo generador, rebota en el primer y segundo espejo y, finalmente, llega al cabezal donde rebota al tercer espejo y baja verticalmente pasando por una lente e incidiendo al material de trabajo de forma perfectamente perpendicular.
El objetivo, para asegurar una perfecta calibración de este tipo de espejos y por tanto calidad en el corte y grabado láser, consiste en conseguir que independientemente de donde este posicionado el cabezal, el haz láser llegue siempre al mismo sitio.
Comprobación del Láser
Para hacerlo seguiremos los siguientes pasos, de forma ordenada y metódica.
Colocaremos una cinta de carrocero en un espejo, le daremos a pulse para enviar un pulso láser de poca durada y potencia, observaremos en qué lugar del espejo ha incidido, realizaremos las acciones necesarias y quitaremos la cinta.
Seguidamente limpiaremos los espejos donde haya habido una cinta (que pueden estar sucios debido a la cinta quemada) y procederemos al siguiente paso. Para limpiar los espejos se recomienda utilizar bastoncillos de algodón y alcohol.
Calibrar los Espejos
En primer lugar, debemos asegurarnos que el láser, inmediatamente después de salir del tubo, incide en el centro del primer espejo. Así pues, colocamos la cinta en el primer espejo, damos al pulse y comprobamos que incide en el lugar deseado. Si no es así debemos mover ligeramente el tubo o el soporte del espejo para conseguirlo. Al terminar este paso quitamos la “cinta” y limpiamos el primer espejo.
En segundo lugar, vamos a calibrar el primer espejo basándonos en donde incide el segundo. Colocamos una “cinta” en el segundo espejo, lo posicionamos tan cerca del primero como sea posible (moviendo el eje Y) y damos al pulse. Debe incidir en el centro del segundo espejo, con un margen de error pequeño. Seguidamente alejamos el espejo (moviendo el mismo eje, Y) y volvemos a dar un pulse. Lo ideal será que estos dos pulses coincidan en el mismo lugar del segundo espejo.
Para lograrlo jugaremos con las 3 roscas del primer espejo, girándolas ligeramente para modificar pocos grados la inclinación del espejo. De esta forma conseguimos que, independientemente del eje Y, el láser incida en el mismo punto del segundo espejo.
En tercer lugar, vamos a calibrar el segundo espejo basándonos en donde incide el tercero y último. Seguiremos exactamente los mismos pasos para calibrar el primer espejo (pero ahora moviendo el eje X). Una vez terminado este paso, podemos comprobar que en cualquier lugar de la zona de trabajo (es decir una posición salida de una combinación de los dos ejes, X e Y) el haz láser incide en prácticamente el mismo punto del cabezal láser.
Ajustar el Espejo del cabezal
Finalmente, solo nos falta ajustar el espejo del cabezal, que hace rebotar el haz láser de forma vertical hacia el material que trabajaremos. A diferencia de los otros, no vamos a usar cinta sino que vamos a probar de grabar cualquier material modificando la distancia focal. Esta distancia es muy importante ya que el haz láser, al pasar por la lente del cabezal, coge una forma cónica (como un reloj de arena). Así pues, nuestro objetivo consiste en conseguir que el haz láser baje verticalmente para que al modificar la altura de la mesa (distancia focal) el pulse de al mismo punto.
Para conseguir este objetivo utilizamos la función autofocus con el material en la zona de trabajo, para empezar con la distancia ideal. Hacemos un pulse para ver donde incide, bajamos la mesa de trabajo unos centímetros y volvemos a hacer otro pulse. Si no coinciden, jugamos con las 3 roscas del cabezal.
Llegados a este punto, hemos conseguido que en cualquier punto de la mesa de trabajo el láser incida en el mismo punto del cabezal, el cual lo dirigirá a través de la lente hacia el material de trabajo de forma perfectamente vertical y precisa.