Soldadura láser VS TIG
La soldadura es un proceso muy común usado para juntar de forma resistente dos piezas. La soldadura TIG ha sido muy popular durante años, pero hay otras técnicas irrumpiendo con fuerza en el mercado. La última innovación en soldadura es la que usa un rayo láser para realizar juntas resistentes y de calidad, cada vez está sustituyendo otros tipos de máquinas. Aunque las dos técnicas sean populares y útiles para soldar, existen algunas ventajas y desventajas si comparamos la soldadura TIG y la soldadura láser.
¿Qué es la soldadura láser?
Las máquinas de soldadura láser cuentan con un láser de fibra, que proyectado y amplificado se concentra a altas temperaturas en un punto sobre el material que queremos soldar. La temperatura llega hasta el punto de fusión, que será cuando se forme una costura que provocará la unión de dos piezas, normalmente metales, en poco tiempo. Es cierto que existen otros tipos de láser, pero el de fibra es muy versátil y nos permite trabajar tanto con materiales gruesos como finos. Estas máquinas tienen boquillas intercambiables y son altamente configurables, para adaptarnos a cada soldadura que debamos realizar. El soldador trabaja con una cómoda pistola de soldadura.
En soldadura láser se recomienda usar gas para proteger el material y conseguir soldaduras mejores. Además, cada soldador puede elegir si trabajar con aporte de material o sin ello.
Comparación entre soldadura láser y soldadura TIG
La soldadura TIG existe des de hace más de cien años, sin embargo, el uso del láser en soldadura es mucho más reciente. En los últimos años se ha mejorado la calidad del láser y sus usos se han expandido en distintos trabajos, como ha sido la soldadura láser.
En la soldadura de gas inerte de tungsteno (soldadura TIG), el soldador debe ser experto para realizar muy buenas soldaduras, requiere mucha habilidad. Este tipo de soldadura trabaja con un electrodo de tungsteno que no llega a la temperatura de fundición y no se consume. Se utiliza gas para crear una atmosfera inerte en el punto de la soldadura y así evitar la contaminación de esta. Con esta técnica bien empleada no cabe duda que se pueden conseguir muy buenos resultados. La soldadura TIG no forma proyecciones de soldadura y es posible realizar distintas posiciones de soldadura resistentes a la corrosión.
No obstante, en algunos trabajos, la soldadura láser nos presenta ventajas muy interesantes. Vamos a destacar algunas:
- La resistencia de la soldadura. Mediante el haz láser se pueden trabajar soldaduras estrechas y con mucha profundidad. Así, obtener soldaduras muy resistentes.
- Mínima afectación térmica. La aportación térmica es muy poca, hecho que facilita que no se deformen las piezas y poder trabajar de forma más fácil materiales con mucha conductividad térmica, como el aluminio.
- Aportación de material. En la soldadura TIG es muy común aportar material a la hora de soldar, con el láser no es obligatorio, pero si que tenemos la opción de elegir entre trabajar con aportación o sin ella.
- Precisión. Las máquinas de soldadura por láser son altamente configurables, así podemos precisar exactamente la energía y la amplitud del haz láser que necesitamos para cada tipo de soldadura, según el material que trabajemos o a la velocidad que soldamos.
- Sin necesidad de pulido. Con el láser se evita la obligatoriedad de pulir las soldaduras.
- Las soldadoras láser nos permiten soldar a velocidades elevadas, dependiendo de la potencia del equipo y del espesor del material a soldar. Además, podemos configurar el equipo según a la velocidad a la que vayamos a trabajar. Esto permite aumentar la productividad de nuestros trabajos.
- Poca deformación de material.
La soldadura láser es muy versátil y permite trabajar soldaduras de alta calidad de distintos grosores y materiales.